Realizamos depilaciones corporales y también faciales y ambas las hacemos siempre con cera sensible y nunca reutilizada, caliente o tibia, que implica un proceso diseñado para maximizar la higiene, minimizar la irritación y cuidar la piel, especialmente en zonas sensibles. Aquí te lo explico en detalle:
1. Cera siempre sensible:
Esta cera está formulada con ingredientes suaves, como aloe vera, manzanilla o aceites esenciales, que calman la piel durante y después del proceso. Es ideal para pieles delicadas o zonas propensas a irritación (rostro, axilas, área del bikini). Además, su temperatura es controlada, evitando quemaduras.
2. Cera nunca reutilizada:
La cera usada en una sesión se desecha completamente. Esto asegura que no haya contaminación cruzada entre clientes. Es una práctica esencial de higiene profesional que protege contra infecciones o irritaciones derivadas de bacterias o residuos.
El proceso en profundidad:
- Preparación: Se limpia y exfolia la piel para remover impurezas y evitar que el vello quede atrapado.
- Aplicación precisa: La cera se aplica en la dirección del crecimiento del vello, garantizando que este sea extraído desde la raíz y no se quiebre.
- Retiro cuidadoso: Se retira con firmeza pero suavidad en dirección contraria al crecimiento, minimizando dolor y trauma.
- Cuidado posterior: Se aplica un producto calmante para cerrar los poros y evitar irritación.
Beneficios clave:
• Menor dolor e irritación gracias a fórmulas sensibles.
• Resultados duraderos, con piel suave por hasta 4-6 semanas.
Este enfoque prioriza tanto la seguridad como el bienestar de la piel, ofreciendo un servicio de calidad profesional con resultados óptimos.
• Resultados duraderos, con piel suave por hasta 4-6 semanas.
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